El modismo ‘morder el polvo’ o ‘hacer morder el polvo’ se utiliza cuando alguien ha sido vencido en algún asunto y ello, además, conlleva cierta humillación en la derrota. Así podría definirse la paliza electoral que sufrió Jorge Giménez frente al mismo adversario de las dos últimas elecciones en San Martín.
El 1 de setiembre de 2019, la UCR logró un contundente triunfo en San Martín tras 16 años de peronismo. El médico Raúl Rufeil logró dar vuelta una elección municipal y le arrebató la comuna a Jorge Giménez, quien buscaba su cuarta reelección consecutiva tras el resultado obtenido en las PASO.
Ese año, en las primarias del 28 de abril, Giménez se impuso por una diferencia de 25 puntos. El peronismo logró el 55,7% frente al 30,4% de Cambia Mendoza. Parecía imposible que el radicalismo remontara el resultado en las generales. Sin embargo, Rufeil logró imponerse con el 49,2% (34.382 votos) contra el 41,8% (29.251 votos) de Giménez.
Cuatro años después, y con otro partido político, el exintendente peronista volvió a perder contra Rufeil. Esta vez, fue un nocaut. El primer llamado de atención fue en las PASO del 11 de junio y se reconfirmó el pasado 24 de setiembre. En las elecciones primarias, Giménez obtuvo 11.800 votos con La Unión Mendocina; mientras que ahora sumó otros 3.242 votos, alcanzando un total de 15.042 votos.
Por su parte, el intendente reelecto logró 10.984 votos nuevos con respecto a las PASO. No solo capitalizó los 8.711 que había obtenido el precandidato radical Daniel Ferro, sino que además sumó otros 2.273 votos. De esta manera, Cambia Mendoza se impuso con el 56,4% contra el 26,6% de La Unión Mendocina.
En comparación con las elecciones de 2019, Giménez perdió un caudal de 14.209 votos, por lo que su decisión de cambiar de frente político fue un rotundo desacierto. Mientras que Rufeil, en los últimos cuatro años, solamente perdió 2.509 votos.
La caída de uno de los últimos caudillos del peronismo comenzó a escribirse en marzo de este año. El entonces titular de la Regional de Cuyo de Trenes Argentinos, Jorge Giménez, se mostró junto al presidente Alberto Fernández y al ministro Sergio Massa en el anuncio del regreso del tren de pasajeros a Mendoza. Un servicio que, con múltiples falencias, se concretó dos meses después de la fecha prometida.
En el medio de ese tiempo, y tras unas negociaciones que no llegaron a buen puerto para el peronismo local, el cierre de listas para las PASO arrojó una precandidatura totalmente impensada: el exfuncionario de Sergio Massa en Trenes Argentinos plantaba al PJ y se sumaba a La Unión Mendocina de Omar De Marchi. Allí empezó a gestarse la estrepitosa derrota del justicialismo y de Giménez.
Hoy el clima político que se respira en San Martín castiga de lleno no sólo al PJ, sino que también a Giménez. Sin lograr sintonizar con el electorado y sin el poder que supo tener entre el 2003-2019, el exintendente deberá reinventarse o claudicar a su deseo de regresar al municipio.