Hotel de los Inmigrantes: una década de polémicas decisiones y de obras interminables
El histórico sitio, que supo albergar a cientos de inmigrantes, está siendo remodelado tras haber sido demolido. La comuna de Junín lo compró por casi 100 mil dólares. Será destinado como residencia de estudiantes universitarios.
 
9 de noviembre de 2023
Crédito: Este Online.
 

Como sucede también en otras obras, que por el tiempo que demoran parecerían faraónicas, pero no llegan ni siquiera a ser recordadas o a ser trascendentales para el funcionamiento de una sociedad. Este podría ser el caso del Hotel de los Inmigrantes, un patrimonio histórico que fue derrumbado por completo y que está en la etapa final de un largo y polémico proceso de restauración.

El histórico albergue se ubica sobre las calles 25 de Mayo y Defensa, en La Colonia, en el límite entre Junín y San Martín. El nombre del hotel surgió a partir de la gran cantidad de inmigrantes que llegaban a la zona en tren y, tras descender en los andenes de La Colonia, se alojaban en él. Así, con el paso de los años, este espacio adquirió una importancia trascendental en la vida y el desarrollo del lugar.

Fue inaugurado en 1920 y perteneció a Pedro Ojea hasta 1950. Posteriormente, fue su hijo quien se encargó de administrarlo, pero pocos años después lo cerró y se lo alquiló a la familia San Luis para convertirlo nuevamente en un hospedaje. Luego se transformó en un bar y comercios pequeños que funcionaron sin éxito en la planta baja, mientras se alquilaban las habitaciones de la planta superior como viviendas tipo conventillo.

Dentro de tres meses se cumplirán 11 años desde que la municipalidad de Junín anunció la recuperación y restauración del hotel, manteniendo los cimientos y la fachada original. Sin embargo, los estudios realizados sobre el terreno determinaron que la estructura era insalvable y había peligro de derrumbe, por eso se decidió demolerlo en 2018 a pesar del descontento de los vecinos.

“Soy el primero al que duele haber demolido el hotel, pero no tuvimos alternativa. Hicimos un estudio con la UNCuyo y el resultado arrojó que el edificio se había hundido diez centímetros y el hormigón de la estructura se desgranaba, como resultado del paso del tren a lo largo de todos estos años", expresó el entonces intendente Mario Abed, quien en diciembre dejará la vicegobernación de la provincia para asumir su quinto mandato en Junín.

No solo hubo malestar de los vecinos de la zona, sino también de los arquitectos de la Comisión de Patrimonio Cultural Mendoza, quienes afirmaron que no se les pidió asesoramiento y que “se cometió un etnocidio”. Este grupo sostenía que no se habían llevado a cabo las tareas necesarias para preservar correctamente el edificio y que aunque el inmueble ya tenía más de 50 años, no se lo había tratado con la importancia que se merecía.

En ese momento, la Comisión de Patrimonio Cultural Mendoza, elevó un pedido de informes al municipio para que se explique los detalles que llevaron a adoptar la decisión de demolerlo. Su titular, Osmán Caylá Moreno, mencionó que esta decisión fue tomada quizás "por ignorancia, desidia, etnocidio o por el puro hecho de la celeridad de los períodos eleccionarios, para que los gobiernos de turno se presenten en sociedad con los cambios tan ansiados, sin sustento histórico y sin tener en cuenta el cuidado de la identidad de los pueblos".

Finalmente, tras varias promesas y sucesivas interrupciones en las obras, la demolición del hotel ocurrió en enero de 2018 y antes de hacerla, se tomaron fotografías para que en la reconstrucción respete la fachada original del viejo inmueble de estilo neoclásico. El lugar tenía dos plantas, once habitaciones con barandas de hierro forjado, patio interno, un espacioso salón, cocina y sanitarios.

La idea es que el edificio sirva como una residencia para los estudiantes que llegan desde diferentes departamentos para estudiar carreras universitarias en el Centro Universitario del Este, situado frente al hotel. Aunque, teniendo en cuenta la proximidad del estadio cerrado de La Colonia y la Casa del Bicentenario, también podría ser ocupado por artistas y deportistas.

Junín lo compró por casi 100 mil dólares

El viejo edificio, construido a principios del siglo pasado, fue adquirido en setiembre de 2012 por el municipio de Junín en una suma cercana a los 450 mil pesos (95.950 dólares). En un comunicado de prensa, la comuna dijo que restauraría esa edificación “como parte de un proyecto de recuperación de espacios históricos”.

En primer lugar, el Concejo Deliberante elevó una ordenanza a la legislatura provincial para la expropiación del edificio. Después del proceso judicial correspondiente se logró deshabitar a una familia que llevaba más de 20 años viviendo en esta propiedad.

Antes de su demolición, la comuna anunció que invertiría $7.500.000 para trasformar el hotel en un albergue estudiantil universitario y que la obra se haría simultáneamente con la construcción de nuevas aulas para el campus, totalizando un presupuesto de casi $13.000.000. Se desconoce la cifra actual de la construcción del edificio.