Dos sospechosos por presunta actividad terrorista fueron detenidos por la división antiterrorismo de la Policía Federal Argentina. Los capturados están sospechados de financiar y captar personas para radicalizarlos en la Mendoza.
A través de una serie de ocho allanamientos, los efectivos de dicha división concretaron la detención de ambas personas acusadas de "ingresar extranjeros que serían parte de una célula islámica”. Este grupo planeaba una serie de atentados contra instituciones católicas en Rivadavia.
Por este motivo, desde el año pasado, personal del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal se desplazó a la provincia y comenzó a realizar las tareas de seguimiento a los sospechosos e intervenciones en tiempo real para anticipar un posible ataque terrorista.
Finalmente, este jueves, luego de meses de trabajo de inteligencia e investigaciones, se llevaron adelante los operativos ordenados por el juez federal Marcelo Garnica, que estuvieron a cargo de efectivos de diferentes divisiones de la Policía Federal de Mendoza, San Rafael y San Luis.
"Son fanáticos que financian y captan gente en proceso de conversión religiosa para radicalizar", explicaron fuentes del caso. El fiscal Fernando Alcaraz fue quien está al mando de la investigación, que comenzó tras una serie de mensajes que anticipaban el posible atentado.
En los allanamientos se detuvo a dos hombres, uno de ellos ya se encontraba con detención domiciliaria por estos hechos. Un tercer sospechoso, que está individualizado, es intensamente buscado. Según trascendió, se trata de un hombre que fue echado por la misma comunidad islámica en Uruguay por profesar actividades radicales.
Los procedimientos en Rivadavia se realizaron en los domicilios de las calles Capitán Buchard y Godoy Cruz, donde se secuestraron armas blancas, catorce revólveres, teléfonos celulares y dispositivos electrónicos, las cuales serán peritados.
Los dos detenidos serán imputados por el artículo 213 bis del Código Penal que entre sus líneas destaca que “será reprimido con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación”.