El Juzgado Penal Colegiado de San Martín resolvió este viernes la causa contra Diego Jofré, un hombre de 31 años que desde la pantalla de sus dispositivos electrónicos había tejido una red de acoso, amenazas y explotación sexual contra menores de edad. La condena, que se desprendió después de un juicio abreviado, fue contundente: siete años de prisión efectiva por múltiples delitos contra la integridad sexual de niños.
La historia del caso comenzó a principios de 2024, cuando dos denuncias independientes llegaron a la fiscalía de Gonzalo Marzal, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual. En ambas, las víctimas señalaban a un mismo responsable: un residente del departamento de San Martín que se ocultaba tras perfiles falsos para contactar a menores. Lo que parecían casos aislados pronto revelaron un patrón sistemático de conducta vinculada con abusos sexuales.
Marzal ordenó una investigación que rápidamente identificó a Jofré como el principal sospechoso. La colaboración entre distintas áreas especializadas, incluida la secretaría de Grooming, MASNNA y MESNNA, fue clave para desarticular este caso.
El 10 de diciembre de 2024 fue el quiebre en investigación. Un operativo policial irrumpió en el domicilio de Jofré, en el Este provincial. Lo que encontraron los detectives confirmó sus sospechas: diversos dispositivos electrónicos contenían un perturbador archivo de material de abuso sexual infantil contra menores.
Los aparatos secuestrados revelaron no solo la posesión de material prohibido, sino también el modus operandi completo del acusado, se desprendió de la instrucción. Las conversaciones recuperadas dejaron en evidencia que no solo almacenaba este material, sino que lo distribuía y utilizaba para amenazar y coaccionar a sus víctimas.
Jofré fue aprehendido en el momento del allanamiento y desde entonces permaneció detenido. Ante la contundencia de las pruebas recolectadas, la defensa de Jofré optó por un juicio abreviado inicial, procedimiento que permitió una sentencia más rápida a cambio de la aceptación de las calificaciones en su contra.
La fiscalía presentó un caso con poco margen para la duda: el acusado había cometido múltiples delitos que incluían: distribución de material de abuso sexual y explotación de menores de 13 años, tenencia de material de abuso sexual contra menores, dos hechos de grooming, uno de ellos en concurso real con amenazas coactivas y cinco hechos adicionales de amenazas coactivas en concurso real.
Trascendió que las técnicas utilizadas por Jofré incluían la creación de perfiles falsos en redes sociales para ganarse la confianza de menores, para luego coaccionarlos mediante amenazas y chantaje emocional.
